Meditación, un método para despertar al Ser

Las enseñanzas de los místicos señalan que el sufrimiento psicológico es producto de un estado de confusión, debido a que nuestra consciencia está interferida por pensamientos compulsivos. Nuestra mente juzga, condena, compara, anticipa, fantasea, etc… generando un sin fin de preocupaciones, temores y deseos. Y a la vez nos da una falso sentido de identidad: el ego. Desde la mirada de los maestros espirituales, superar el sufrimiento y la confusión requiere un proceso de clarificación de la consciencia, que permita la des-identificación del pensamiento automático y los conflictos emocionales derivados, despertándonos a nuestra verdadera esencia: el Ser.

La meditación facilita un tipo de conciencia testigo, una presencia de silencio y quietud que facilita la desidentificación de los pensamientos y de los dramas del ego, haciendo surgir cualidades internas, tales como paz, confianza, aceptación, perdón y gozo.  En la meditación aprendemos a permanecer con las experiencias tal como son, sin juicio ni reacción, cultivando la cualidad del desapego. En último término, la meditación es un estado de consciencia.

Todos los problemas finalmente son creados por la mente y pueden ser disueltos con y en la Consciencia. Todo conflicto es una oportunidad para despertar a la verdad de la Consciencia y el Ser. No somos ni la mente, ni el ego, ni el cuerpo. Despertar es el proceso de des-identificarse de la mente, del ego y de los problemas creados por ambos, y desarrollar la capacidad de permanecer como testigo de todo lo que ocurre en la consciencia.  Así se va generando un espacio de silencio, quietud y paz interior, y la vivencia de la propia identidad se va trasladando del ego-cuerpo hacia la consciencia-testigo.

Fotografía por Samuel Austin